A través de los años, pareciera que lo último que no ha mutado o ha cambiado en la representación social de las personas, es el concepto que se tiene de la adolescencia. Incluso el mensaje que se envía tanto en casa como en las escuelas puede llegar a ser tan aterrador y en ciertos momentos tan angustiante para todos y todas que pensarse cercano a esa etapa resulta ser una travesía cansada.

Ha sido ya una larga trayectoria de trabajo y aprendizaje con amor y construcción. Desde el año 2010 mientras me formaba como psicóloga y educadora de la sexualidad humana, empecé a impartir talleres de sexualidad a población adolescente, específicamente en la Escuela Nacional Preparatoria 2 de la Universidad Nacional Autónoma de México. Desde ese tiempo me sentí comprometida con esa población que vivía estigmatizada y que requerían orientación, escucha, entre otras cosas más.

Cuando se dice que “los adolescentes valoran más las recompensas que las consecuencias” o “superan cada nueva experiencia con otra aún más intensa”; me hace recordar todas aquellas ocasiones en que hablaba sobre las prácticas sexuales, en los talleres que impartía llegaban a compartir que “sin condón se siente más emoción y adrenalina”, “si se planea el encuentro pierde la intensidad”, pareciera que están caminando por el borde y sólo esperan no caerse.

Incluso en sesiones de psicoterapia un adolescente que llegó por iniciativa propia, me comentó “sí confío en mi mamá, pero no le voy a platicar algunas cosas, no quiero y no necesito la opinión de un adulto que me dirá que todo está mal”, este tipo de comentarios son comunes, seguramente han escuchado típicas frases como:“no le digas hacía donde ir, porque hará todo lo contrario”, por supuesto, podemos ver que necesitan construir su propia identidad, quieren experimentar y equivocarse, desean enojarse con sus adultos para poder crecer, por ello es importante hacer lo siguiente, para que disfruten y no padezcan mutuamente la adolescencia:

Cambia tu pesimismo de esta etapa de vida

Esta es una etapa maravillosa, se tiene una capacidad de adaptación para la vida de forma sorprendente, a pesar de estar en situaciones de riesgo que también son experiencias de vida, que dejan aprendizajes y favorece la socialización. Seamos guías y dejemos que ellos construyan y pulan su camino, no esterilicemos ambientes para que no sufran, dejemos que se responsabilicen y aprendan de sus errores y aciertos. No subestimemos sus capacidades, hay que involucrarlos en la política del país, escuchemos lo que tienen que decirnos, seamos observadores de su talento y crecimiento, fortalezcamos lazos de buentrato, seamos comunidad entre todos y todas, no dejes que la negatividad gane terreno, la manera en como visualicemos las experiencias será determinante.

No marques distancia o ausencia

Se cree que en esta etapa lo que menos se quiere tener cerca son a los adultos, incluso se refuerza esta idea al pensar que todo adolescente explota con facilidad y nadie los aguanta. Por lo que las familias se inundan de miedo y no saben cómo actuar, se tiende erróneamente a generalizar el comportamiento. Lo que las y los adolescentes piden es que los adultos mantengan una distancia donde sean visibles, es decir “lejos pero cerca”, desean sentir que no están solos/as; pasa lo mismo con los límites o reglas, parece que las odian pero con el tiempo agradecen la guía que se les brindó.

No castigues con lo que más les duele

Siendo una sociedad que normaliza la violencia se cree que una forma de mantener una regla es hacer que las consecuencias duelan. Si algo va de la mano con una regla es que lleve una consecuencia, sin embargo, creemos que herir el vínculo que tienen con objetos, con los pares, entre otras cosas nos resultará efectivo, pero no. Si pedimos coherencia en el compromiso, hay que empezar por modelarla, si el chico llega tarde después de salir de fiesta, ¿por qué le castigamos con la consola de videojuegos?, ¿qué tiene que ver con el acuerdo de llegar a determinada hora?, lo único que depositamos es un sentido de injusticia, confusión y seguramente la consecuencia equivocada, esto no hará que la regla quede clara. Un ejemplo de consecuencia que va de la mano con el acuerdo o regla rota, es que si su labor dentro de casa era lavar los trastes después de comer y no lo cumplió, la consecuencia es que lavará todos los trastes que se junten al siguiente día; si se comportó agresivo con sus contestaciones, se le tiene que invitar desde la empatía a que repare, preguntándole ¿cómo te imaginas que me siento después de tu contestación agresiva?, pidiéndole que haga un esfuerzo para recuperar la confianza, que él o ella se ponga la consecuencia, al principio quizás se justifique o le cueste, pero no desistas.

No te burles o hables mal de sus amistades

Los pares resultan ser esa fortaleza y apoyo en la que más se confía, se le da tanto valor que si se obtiene rechazo por parte del círculo social, puede ser sumamente doloroso o hasta un riesgo en la vida de la persona que lo sufre. El hablar mal de sus amistades sólo gesta distancia, ser padres que se manejan desde el autoritarismo, la burla o la discriminación, provoca desconfianza y dejan de ser un apoyo, se requiere tener la capacidad de modelar conductas adaptativas que promuevan habilidades sociales y el adecuado manejo emocional, brindando motivación y afecto, con la finalidad de tener una plataforma de seguridad para las diferentes vivencias.

Responsabilizarte de su educación, le servirá como guía

Respecto a la función del lóbulo frontal en la toma de decisiones y el control de impulsos, es fascinante adentrarse e investigar al respecto, hace tiempo se sabía que esta zona del cerebro te permite distinguir lo lógico de lo ilógico, y dimensionar peligros, por estas circunstancias algunas redes sociales como Facebook requieren una edad mínima de trece años, porque esta área del cerebro comienza a tener más de funcionalidad y ayuda a prevenir riesgos. Sin embargo, algo que he encontrado en lecturas más contemporáneas y tiene mucho sentido, es entender que no es que sea la tardía maduración del lóbulo frontal lo que lleve a la irresponsabilidad, sino una educación en la irresponsabilidad la que retrasa esa maduración neuronal, es decir, enseñar a responsabilizarse y aprender a reparar, de lo contrario se tenderá a repetir las mismas acciones.

Cuestiona y desmitifica lo que se publica en Internet

Me parece significativo e importante que se desmitifiquen falsas creencias que siguen reforzando el rezago, el maltrato psicológico y emocional en esta población. Es vital que a través de distintos medios y fuentes se cambié la estructura, el asunto radica en Internet y hay que tener mucho cuidado, saber discriminar la información, no tomar una sola fuente como eje de enseñanza y verificar las referencias de dichos textos, en estos sitios que son de fácil acceso cualquier persona puede ser coautor, de ahí que los mitos e historietas sean tan llamativas, ya que entre más trágica sea la narración más se tiende a dramatizar eventos, un ejemplo es la adolescencia, que a lo largo del tiempo se ha creído que para vivir esa etapa, hay que desacreditar, etiquetar y desvalorizar. Es importante desaprender la forma en que nos relacionamos y los mensajes que enviamos.

Fuentes de información:

• Cerebros Adolescentes, la neurociencia de la rebeldía. (2019). National Geographic, pp.51-73.
• Marina, J., Rodríguez de Castro, M. and Lorente Arroyo, M. (2015). El nuevo paradigma de la adolescencia. [Madrid]: Centro Reina Sofía sobre adolescencia y juventud, pp.23-27, 44-51.
• ALFREDO OLIVA, MOISÉS RÍOS, LUCÍA ANTOLÍN, ÁGUEDA PARRA , ÁNGEL HERNANDO Y MIGUEL -ÁNGEL PERTEGAL. (2010). Más allá del déficit: construyendo un modelo de desarrollo positivo adolescente. Universidad de Sevilla; Universidad de Huelva, pp.1-12.

Si requieres asesoría psicológica y/o en sexualidad puedes contactarme.

Liliana Herrera González